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Barranquismo en Castellón

Llega la primavera, el sol y el buen tiempo se abren paso, por lo que afloran las ganas de disfrutar del medio natural. Una modalidad deportiva que goza de las mejores condiciones para su práctica en esta época del año es el barranquismo, la cual va ganando adeptos de forma casi exponencial.    

Este incipiente deporte consiste en progresar por cañones o barrancos, cauces de torrentes o ríos de montaña utilizando diferentes técnicas para superar los obstáculos naturales que nos podemos encontrar: rapelar cascadas mediante cuerda, destrepar resaltes, saltar y nadar en badinas de agua...    

Los orígenes del barranquismo se remontan a principios del siglo pasado cuando el fotógrafo y explorador francés Lucien Briet (1860-1921) realiza una importante labor recopilando datos y fotos de un gran número de barrancos del pirineo aragonés. Posteriormente nuevos aventureros realizan importantes descubrimientos, mientras se desarrollan mejoras en las técnicas de exploración,  pero no es hasta la llegada de los años 80 cuando este deporte comienza a popularizarse y extenderse por todo el mundo.    

En la provincia de Castellón aparecen las primeras referencias en cuanto a esta práctica deportiva a mediados de los años 90 cuando diferentes grupos de montaña y espeleología comienzan a identificar y equipar los barrancos de nuestras montañas.  En la actualidad existen más de medio centenar de descensos reseñados con una gran variedad de niveles de dificultad, aunque, dadas las características climatológicas de la zona, son mas bien escasos los que disponen de un caudal permanente de agua.    

Cañones como el Otanal o  el río Chico se caracterizan por su escaso desnivel y sus altas paredes de roca caliza, son lugares perfectos para iniciarse en esta práctica deportiva, incluso desde bien pequeños, donde predominan los saltos y las badinas de agua cristalina. Si buscamos adrenalina, barrancos como el Salt del Cavall o el Centenar aguardan en su interior cascadas vertiginosas que superan los 40 y 60 metros respectivamente.    

Indistintamente del barranco escogido, a través de este deporte, contemplaremos rincones de gran belleza a los que solo se puede acceder mediante las técnicas adecuadas que se desarrollan durante la práctica de esta actividad. Con los guías titulados de NUCS cualquiera puede descubrir los tesoros naturales que guarda la provincia de Castellón.  

El Campament de Tales: naturaleza, historia y deporte.

El 1 de Agosto de 1839 las tropas liberales del general Leopoldo O’Donnell establecían su campamento en una de las orillas del río Veo para emprender la batalla contra uno de los fuertes del bando carlista, el castillo de Tales, defendido a ultranza por el general Ramón Cabrera, “el tigre del Maeztrazgo”. Tras 15 días de ardua lucha, el ejército liberal tomaba esta plaza y con ella llegaba el principio del fin de la primera guerra carlista.  Casi un siglo después, en una nueva contienda, la Guerra Civil, se vuelve a utilizar esta zona río como acontonamiento, en este caso para las mujeres de la falange que combatían en el bando franquista.     Estos hechos históricos son los que han propiciado el topónimo de este paraje natural de la Sierra Espadán, el Campament, un bonito paisaje de roca caliza que el agua ha esculpido dando lugar a formas serpenteantes y cascadas. La más famosa es l’Engolidor, un salto de agua de 3 metros de altura donde los vecinos de la población, antiguamente,  tomaban el baño.  

Una de las paredes de este enclave fue equipada en 1998 para la práctica deportiva de la escalada por J. Carrión y S. Peñas, 12 vías de diferentes niveles  que recientemente la Mancomunidad Espadán-Mijares ha adecuado dentro de su plan de impulso turístico de los recursos naturales.   Hay dos secciones bien diferenciadas dentro del abrigo donde se encuentra esta pequeña escuela de escalada,  la mitad izquierda de la pared es una caliza naranja desplomada que hará las delicias de los escaladores mas experimentados mientras que la mitad derecha es una caliza grisácea, tumbada, con muchas presas naturales, ideal para los que desean iniciarse en este deporte.  

 

Nombre                       Graduación                   Longitud (m)

La lejana                                 V+                               15

Excalibur                                7 c                               15

Macarró pels meus dits        7 a                                20

Tito periquito                         6 a                                15

La ciudad del canto              6 a                                15

Tales City                              6 a                                15

El tumbado                           6 b                                15

Arista del artista                   6 b                                15

Com pesa                             V+                                18

Carretera y manta                V                                  18

El flautista                            V                                   18

Via de Dorotea                     V                                   18  

La variedad de grados en las vías, la seguridad de las nuevas instalaciones y el pintoresco entorno son motivos más que suficientes para realizar una visita a esta zona. NUCS ofrece la posibilidad de iniciarse en esta práctica deportiva en este y otros enclaves de la Sierra Espadán a cargo de sus técnicos titulados en deportes de montaña.  

Las entrañas del Espadán, la cueva del Estuco.

A los pies de la montaña que da nombre a esta singular sierra, el pico Espadán, se encuentra una de las maravillas naturales de la misma, una cavidad de grandes dimensiones con numerosas formaciones kársticas conocida como la cueva del Estuco. El acceso hasta ella se realiza a través de la pista forestal que separa los términos de Alcudia de Veo y Algímia de Almonacid, zona declarada parque natural donde el rojo de la piedra de rodeno contrasta con la túpida vegetación de alcornoques y pinos.  

Presenta dos bocas de pequeñas dimensiones, una situada en la bóveda, enrejada parcialmente, y una lateral que da acceso a un reducido balcón desde donde se contempla la sala principal. Esta gran galería, con más de 800 m2, está presidida por una gran formación estalagmítica de 14 metros de altura. Un techo elevado, adornado con numerosas estalactitas de diferentes tonalidades, y paredes engalanadas por las caprichosas formas de coladas y banderolas confieren una belleza natural a este lugar que no hacen sino respaldar la leyenda de que habían sido “estucadas por un genio extravagante”, de ahí el origen de su denominación.   En el fondo de esta enorme sala, y oculta entre desprendimientos, se encuentra una pequeña galería denominada la Sacristía con paredes blancas originadas por los sedimentos que se adherían tras la acumulación y posterior filtración del agua en épocas pasadas.   A la llegada del mediodía, cuando el sol alcanza su posición más cenital respecto a la boca superior, la cavidad se ilumina completamente ofreciendo un espectáculo de increíble vistosidad.  

A pesar de la relativa accesibilidad de su boca lateral, hay que tener presente que no está habilitada para visitas turísticas, será imprescindible utilizar casco e iluminación, además de requerir una forma física aceptable y material de aseguramiento para superar la rampa, de gran inclinación y suelo resbaladizo, que se encuentra a escasos metros de la entrada.   Durante la visita es fundamental respetar el interior de la cavidad, debemos conservar sus formaciones pues son un rico patrimonio natural que merecen ser contemplados por futuras generaciones, una foto siempre es un recuerdo más duradero. Por otro lado, las cavidades son también refugio de fauna, nuestra visita no debe alterar su hábitat.   Ante la falta de experiencia siempre es mas recomendable contratar los servicios de un guía profesional o bien participar en las jornadas de descubrimiento de espeleología que organizan los clubs federados en esta modalidad deportiva.  NUCS ofrece la posibilidad de visitar está cavidad accediendo desde la boca superior descolgándose a través de un rápel de 20 metros de altura. Una experiencia única monitorizada por guías titulados como Técnicos Deportivos en Espeleología.